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Conoce la psiconutrición

Palabras de mi compañera María Fernández (psicóloga) con la que trabajo las emociones en la alimentación en un gran número de pacientes.

«Desde que conocí a Paz supe que querría formar equipo con ella. De hecho, contacté con ella antes de que existiera «Espazio de salud y bienestar», y la creación del centro supuso una oportunidad maravillosa para poder trabajar codo con codo -nunca mejor dicho en los tiempos que corren 😜- psicología y nutrición.
Los que trabajáis en salud mental, sabréis que no es fácil encontrar un/a profesional de la nutrición🍏 que tenga en cuenta la parte psicológica🧠. Ella la tiene con creces. Ella es empática, paciente, cercana y cuenta conmigo para cada decisión a tomar en el proceso ( y yo con ella).
El trabajo interdisciplinar no significa la simple coexistencia de varios profesionales 🧑‍🔬🧑‍⚕️para abordar un problema, significa comunicación constante🗣️ y compromiso interprofesional🤝, para dar a la persona la solución más completa e integral a su problema, teniendo en cuenta todas sus partes y cómo interactúan.
Desde la psiconutrición, buscamos sanar la relación con la comida. Aprender a alimentarnos de una manera más consciente e intuitiva, desde el más absoluto autocuidado, dejando a un lado las dietas restrictivas, la exigencia, la culpa y el castigo. No podemos ni debemos deshacernos del componente emocional en la alimentación, pero sí podemos aprender a regularlo de manera que contribuya a nuestro bienestar.
Existe otra forma de cuidarse 💚
¿Te ayudamos?»

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Confía solo en profesionales

Y ahora que terminan las fiestas, las comidas, las reuniones y demás, empiezan los buenos propósitos.
Y entre ellos están el ponerse en forma, adelgazar, empezar a cuidarse… Eso está muy bien, pero siempre que se haga de la forma adecuada.
No consiste en empezar el día 7 de Enero con muchísimas ganas, a tope con todo y cansarse el 14.
Lo ideal sería que no hubiéramos abandonado nuestros buenos hábitos estos días (continuar haciendo ejercicio, cuidar la alimentación para no comer en exceso…), de esa forma ahora no costaría volver a la rutina porque no la habríamos abandonado.
De la misma forma que no debemos comenzar a hacer ejercicio de forma desmesurada y sin control, no debemos basar ahora nuestra alimentación en lechuga y pollo a la plancha!!
Y, por favor, recurrir siempre a profesionales!! Ellos son los que sabrán asesorar, ayudar y conducir durante todo el proceso. Que ahora encontramos “expertos” y “dietas de instagram, revistas…”, hasta debajo de las piedras.
Exige siempre titulación oficial, tanto en la práctica deportiva como en el campo de la nutrición.
Aquí te ofrezco una pequeña ayuda para que sepas distinguir al profesional de quien solo practica intrusismo.

¿Se puede hacer sin pasar hambre? SÍ!!!

Cuando realizamos una dieta pensamos que hay que pasarlo mal, pasar hambre y estar de mal humor para obtener resultados. Nada más lejos de la realidad!

Cuando la dieta es equilibrada, variada, con apoyo profesional constante, y cuando lo consideramos un estilo de vida y no una dieta de adelgazamiento, lo que estamos es consiguiendo unos cambios en nuestros hábitos tanto de alimentación como de forma de vida que van a resultar útiles para siempre.

Para ello necesitamos ser conscientes de estos cambios y realizarlos de la forma adecuada, con apoyo profesional durante y después del tratamiento. El profesional nos proporcionará las herramientas necesarias para que una vez que hayamos cumplido nuestros objetivos, seamos capaces de continuar con esta forma de vida que hemos creado.

Por todo esto, lo más importante es la educación nutricional con una bajada de peso progresiva, sin obsesionarnos con la báscula y conociendo perfectamente qué hacemos en cada momento y el porqué de cada cambio en nuestra alimentación diaria.

 

los 10 de la Dieta Mediterránea

 

Las 10 recomendaciones para disfrutar de la Dieta Mediterránea

 

  1. Utilizar el aceite de oliva como principal grasa de adición. Es el aceite más utilizado en la cocina mediterránea. Es un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras. Este alimento representa un tesoro dentro de la dieta mediterránea, y ha perdurado a través de siglos entre las costumbres gastronómicas regionales, otorgando a los platos un sabor y aroma únicos.
  2. Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia: frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan al mismo tiempo, una gran cantidad de agua. Es fundamental consumir 5 raciones de fruta y verdura a diario. Gracias a su contenido elevado en antioxidantes y fibra pueden contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
  3. El pan y los alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales) deberían formar parte de la alimentación diaria. El consumo diario de pasta, arroz y cereales es indispensable por su composición rica en carbohidratos. Nos aportan una parte importante de energía necesaria para nuestras actividades diarias.
    Hay que tener en cuenta que sus productos integrales nos aportan más fibra, minerales y vitaminas.
  4. Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los más adecuados. Es importante aprovechar los productos de temporada ya que, sobre todo en el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento, tanto a nivel de aportación de nutrientes como por su aroma y sabor.
  5. Consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos. Nutricionalmente hay que destacar que los productos lácteos son excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas. El consumo de leches fermentadas (yogurt, etc.) se asocia a una serie de beneficios para la salud porque estos productos contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal.
  6. La carne roja se tendría que consumir con moderación y si puede ser como parte de guisos y otras recetas. Y las carnes procesadas en cantidades pequeñas y como ingredientes de bocadillos y platos. Las carnes contienen proteínas, hierro y grasa animal en cantidades variables. El consumo excesivo de grasas animales no es bueno para la salud. Por lo tanto, se recomienda el consumo en cantidades pequeñas, preferentemente carnes magras, y formando parte de platos a base de verduras y cereales.
  7. Consumir pescado en abundancia y huevos con moderación. Se recomienda el consumo de pescado azul como mínimo una o dos veces a la semana ya que sus grasas – aunque de origen animal- tienen propiedades muy parecidas a las grasas de origen vegetal a las que se les atribuyen propiedades protectoras frente enfermedades cardiovasculares.
    Los huevos contienen proteínas de muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales que los convierten en un alimento muy rico. El consumo de tres o cuatro huevos a la semana es una buena alternativa a la carne y el pescado.
  8. La fruta fresca tendría que ser el postre habitual. Los dulces y pasteles deberían consumirse ocasionalmente. Las frutas son alimentos muy nutritivos que aportan color y sabor a nuestra alimentación diaria y son también una buena alternativa a media mañana y como merienda.
  9. El agua es la bebida por excelencia en el Mediterráneo.  El vino debe tomarse con moderación y durante las comidas. El agua es fundamental en nuestra dieta. El vino es un alimento tradicional en la dieta mediterránea que puede tener efectos beneficiosos para la salud consumiéndolo con moderación y en el contexto de una dieta equilibrada.
  10. Realizar actividad física todos los días, ya que es tan importante como comer adecuadamente. Mantenerse físicamente activo y realizar cada día un ejercicio físico adaptado a nuestras capacidades es muy importante para conservar una buena salud.